lunes, 29 de febrero de 2016

LIII

Un borde de nuestra vida está grabado frente a las hojas del sauce
y sabemos
que cuando en la nervadura del cielo se dibuja una boca
lo que sigue es destierro

Sol de enero
escondido en la bruma reposada del día
Sol de enero

Una garganta torpe remonta barriletes en la tarde
Escuchamos la gesta insignificante de las lunas
y hacemos la mímica del beso
Gracias por tanto amor recopilado en números
Pensamos
Y el mate le pone un cerco a esa algarrobera falsa

Sol de enero
Limpio de luz y extraviado entre tábanos
Siempre detrás del agua
Sol de enero

Pero la tortuosa disciplina de una mujer desconsolada
Se atraviesa en este amanecer sin bríos
y de tanto congelar los besos
nos ovidamos de amar la líquida sensatez del mundo
Digo
entonces
que si hubiera un refugio en el que sanar mi pena
Estaría pintado de vos

Sol de enero
Pezón desfachatado de la risa
Que se burla del sauce y de las nubes

Sol de enero
con olor a mujer y a jazmines

viernes, 26 de febrero de 2016

LII

Ni el bamboleo intermitente de un pie puede borrar la pena
Camino por el borde de la memoria
y le falto el respeto a la lágrima desnuda de la madre del mundo
Pero no puedo hacer más que eso
Caminar deslucido por un pasillo
y deshacerme de siglos en un mero cruce de dedos

Si fuera valiente
Si fuera al menos lo suficientemente sincero
te dejaría restarme de tu sombra
Pero sabés demasiado de mí
y si los muertos vinieran a pedirnos cuentas
estarías en problemas por mi culpa

Dejame entonces que te pida perdón
Vos tuviste más penas en un día que las que tuve yo en años
Podés abandonarme y quererme poquito
Podés no quererme

Pero no te vayas de mí creyendo que mi insolvencia te desmerece
Ni siquiera hace falta que me tengas piedad
o me guardes rencor

Enero nos llenó de marcas
pero la higuera estaba tierna y vos supiste que te quería
hermosamente te quería
Cuando se abrió en la mano la fruta que ibas a comer

Nunca voy a ser digno de una sonrisa tuya
Pero no desprecies tanto mis bemoles de invierno

Yo sé que estás sola
Más que yo

miércoles, 24 de febrero de 2016

LI

En enero los pies siguen el camino como si fuera necesario
El calor obliga a destronarse
No importa tanto ser como sobrevivir al sol

Pero

Subiendo una cuesta delicada
Superado el zumbido del tábano en la espalda
La cortina del beso pega en la cara
Y del otro lado están los años idos
Las madres abandonadas
Y un reflujo de lunas que despierta Cenicientas

Cuánto daríamos por oler otra vez como en la infancia
Y cuánto por recordar la voz que nos hacía meriendas
de cruces y azúcar

Pero ni siquiera eso está a la mano
Los olores se mueren
Las voces se olvidan
Y uno se pone viejo por pura monotonía

En ese trance nostálgico y turbio
Sólo una lágrima tuya puede resucitar la risa

miércoles, 10 de febrero de 2016

L

La curva de la hoja sella el camino hacia el centro del mundo
Todos vimos alguna vez cómo se destiñe el silencio
y sin embargo cada hoja que cae resucita la memoria

Un pájaro se escapa de la mano que lo cuida
y el calor cuece pestañas y labios
Pero
aun en ese peregrinaje insólito de trinos y gemidos
una hoja cae sobre una manzana

Estoy desacomodando mi propia espalda de la cama astral
Me pregunté tantas veces si valía la pena sudar así
que ya no tengo secretos para confesar

Silencio
La hoja está remándose hacia el suelo
y se escucha un revuelo de hormigas en las frutas maduras

Luna de febrero
Remanso caprichoso de la pena
Hoy es demasiado lúgubre el mañana

Pero la hoja cae
sobre la fruta muerta

miércoles, 3 de febrero de 2016

XLIX

Cuando ella llora le regala los sueños a los cuervos
Ella llora y sabe que el tiempo está más cerca de su boca
que de las manos torpes que la consuelan

Una lágrima vale demasiadas noches de temor
pero ella
que siempre fue pájaro luminoso en el horizonte de la vida
las gasta como si fueran hojas de otoño

El miedo es más crudo cuando me visita
a mí, que siempre estoy velando risas
A ella, sin embargo
parecieran flotarle alrededor las penas
casi como copos de luz que reverberan y se pierden

Yo supe que sus ojos eran lirios
Yo, el silencioso celador de la cordura
la vi crujir de silencio y mecerse entre lunas

Pero ahora
llora con los pómulos y con las manos
llora destierros insoportables como quien se saca una pelusa del hombro
y sabe tanto de todo
quiere tanto ser nadie
que sólo mirándome me regala el rastro puro del día

Y pienso
sólo por la gracia dulce de sus ojos
cuánto mejor sería mi tarde
regada por un llanto como el suyo

martes, 2 de febrero de 2016

XLVIII

Hay una sustancia de la vida que pasa debajo de las hojas de un sauce

Hay que recostar el lomo en el pasto
dejar una mano tendida sobre la raíz insurrecta de un árbol
y mirar cómo se mueve una hoja
esperando que se caiga o se arrope en la copa del mundo
y morder el tallo arrancado de la hierba

El futuro se amucha a la sombra, siempre
todo lo que importa está después
o antes de tragar la savia de la flor marchita

Vive el día, dicen
Qué estupidez mayúscula esa glorificación del ahora

En medio del desierto, sediento y despojado
Agustín ya descubrió que el secreto del tiempo se descubre respirando
o caminando hacia atrás

El árbol se mueve encima de la pena
y se la lleva un rato y la trae de nuevo

La tristeza nunca está quieta
es por eso que moverse no tiene sentido
a menos que uno sepa que echó raíces en la nada
o que la nada se hizo raíz debajo de los pies

Van a crecer duraznos nuevos en estos días