miércoles, 17 de mayo de 2017

CXIV

Luce desgraciada la luz de la calle
Hay gente imposible, opaca, que sólo echa sombras
Y (pero) hay habladurías tan dulces
Tan necesarias para que haya mañana
Que la sombra sobra
Por todos lados


Alguien quiere que su vaso esté limpio
Lo quiere con inusitada furia de revolución
Pero eso es bello
Bello y estúpido (como si fuera tan claro entender esa diferencia)
A veces, un vaso limpio es el amor
El gesto de lujuria imprescindible
Que se limpie el vaso, por favor, para que la vida siga

Debo amar más a quienes quieren vasos relucientes
Porque estamos hechos de nimiedades
De gestos tristes y batallas épicas

Debo ser mejor que el sarcasmo estéril

El amor está al lado de la mesa
Siempre

CXIII

Enfrente de mi ventana hay otra ventana
Y en una mesa hay una bolsa de pan
Son las dos de la tarde
Imagino ravioles y una familia que va a redactar un domingo
Con abrazos y gritos

La lluvia hace de todo un poema de desengaños
Y de abrazos con olor a ajo y tomate

¿Acaso importa algo más?
La vida, si fuera fideos con Tuco un domingo
Valdría todo

Hay una bolsa de pan
Tal vez el amor sea eso
Pan en una mesa esperando ravioles

CXII

Quiero tanto
Tanto
Que querer no me cabe
Todo está roto de belleza

La belleza rompe
No da tregua
Y todo es bello

Hacen falta más ojos
Capaces de abrigar el miedo

CXI

El amor está hecho de hojas
Hojas que caen
Hojas que penden

El amor está teñido
De viento y de furia
De miradas tibias y de abrazos en la cocina


El amor es un cuento
Que vive en la boca
Porque besa y porque habla

Y la boca se tuerce hacia un abismo
Un abismo de otro

El amor es otro
Otro que es Yo
Sin que se entienda la diferencia