sábado, 28 de diciembre de 2019

DCLXVII

Sólo sabe el río del pie que se duerme
ni siquiera el pie
y menos quien lo lleva
porque todo lo que vale se sabe del mundo
sólo cuando en el alma
baila solitaria la llama del beso
creyendo que habrá otro

Así
sólo ella sabe de mis días fríos
de mi sangre austera
de mis ojos suyos cultivados casi juntos
y de mí
porque de ella sólo sabe la flor
o el cristal sigiloso de la lengua de Dios
que la besa en el cuello para completarse

Dónde estaba Dios pregunta el tango
yo sé que esperando un día propicio
para pintarse la piel
darse sus ojos últimos
y empezar a darle sentido a tanto revoltijo

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