y podría también ser más bueno que lo que soy
Podría ser más alto si usara otros zapatos
y podría tener menos penas para desconsolarte
Pero sabés
(creo que sabés)
que la brizna de amor que te regalo
y el granito de bondad que te doy cada noche
y el metro setenta y pico que te abraza
y la pena chiquita que te desvela
no tienen más nombres que el tuyo
Y esas pequeñeces impropias
tan de vos que estremecen
son las que me dan un nombre
Te gusta ese tango que dice que estás clavada en mí
Debería serte fácil entender lo que me pasa
lo que nos somos