miércoles, 29 de mayo de 2019

CCXXXV

Nadie habla
duermen los demonios en sus conejeras
y la calle intacta en la que la vi
esa vez, la primera
sigue humedecida por un rocío barroso
pisado de máquinas y muertos

Otra vez se despelleja la Cenicienta boba
la que perdió el zapato en su cajón
pobre muerta despintada
menos querible cada vez
sola y seca
¿Sabrá que la fruta se pudre en la tierra?

Y la muerta
siempre la muerta arrastrando su mortaja
ya no puedo quererla
ni levantar los huesos que deja en el camino
Si quiere que la sueñen
que se quede quieta en su ataúd de agua
porque cansa a todos con su pena falsa
Morir es lo que pasa
ya no da ni lástima rogando memoria

Y yo
Qué más voy a pedirle al tiempo
Lo que vale una lágrima me excede
y lo que no la vale me recrimina
porque nunca tuve tiempo para quererme tanto
ni ganas de esperar milagros

En un rato nomás
va a salir el sol

Sólo espero que no sea ayer

domingo, 26 de mayo de 2019

CCXXXIV

Oigo que duerme
porque no la oigo
y que se abriga
en el regazo del día
posible incierto amenazado
porque la madrugada es breve
y temible

Otra mujer
más extraña y marítima
murió espantada
y no dormía

Dos noches hicieron falta
para velarla en vano
incomprendida
por su lengua extinta
y yo la oía
mientras moría
tardando tanto
que se partió en tres colores
azul de pena
violeta de presagio
y rojo de luna

Todas las mujeres
van a dormir por pánico
unas se mueren y listo
otras suceden
y vuelven
y bailan
y se pierden
y laten de odio
pero despojadas
y enormes

Mañana
ya no les importa

viernes, 24 de mayo de 2019

CCXXXIII

Lavá las alas
Bordá la tarde
Tejé la casa
con hilo verde
Cortá un suspiro
y hace semilla
Fregá el silencio
Raspá un sueño
hasta olvidarte
Temblá de frío
Cubrí los besos
con menta fresca
Y hacé una mueca
que te delate

Pero nunca
nunca
cierres los ojos
cuando me quieras
cuando te rías
cuando me vaya

CCXXXII

La memoria cuece miserias, cocina la pena a fuego fuerte y sirve en plato chico lo que no cabe en un día. El olvido es el axioma de la felicidad, porque vacía el tiempo y lo detiene debajo de una higuera, donde todo es azul. Pero no es posible olvidar y menos aun lo prescindible. El recuerdo es la materia muerta de lo que vive; estamos hechos de escombros y desencantos. A veces, sólo de vez en cuando, se prende un fósforo en la cueva y a eso lo llamamos amor. Pero va a apagarse y a volverse memoria. Será también recuerdo mientras dure. ¡Quién puede querer tanto como yo y nunca tener nada! La luz se apagó. No hay nadie más a quien pedirle disculpas. Pero igual hay que despedirse de alguien, todo el tiempo. Y el adiós es la forma de la vida. Yo sabía que iba a pasar. Pero ¿valía la pena semejante belleza? El tiempo no responde esas preguntas, lamentablemente.

martes, 21 de mayo de 2019

CCXXXI

Que la lluvia te hierva
Que te trague la madrugada
y te muela los huesos el sueño

Que te sangren las manos
Que te arropen tormentas
Que el frío te infecte
de mi dolor inagotable

Pero nunca
nunca
pronuncies otra vez mi nombre
con esa sonrisa de mártir
desmentida y sucia
por tu espalda perpetua

Y no te mueras
que sin serte servil
sin despreciarte así
encogido y postrado
no sabría vivir
o desear la mañana

CCXXX

Había un cerezo
y la parra se descolgaba sobre la puerta
y había un padre que no le sobraba a la vida
y un viaje corto
que llegaba al charco

La memoria se resiste al mal
lo bello es un sabor
a veces
o una luz memorable que hoy falta

La memoria hospeda demasiado
y el tiempo es hostil con el deseo

El cerezo es una lágrima
y la parra ya no inquieta a nadie
y no se viaja más
porque no hay quien espere al final

Queda un ruido afuera
que nunca es de pasos que llegan
todo todo se murió en agosto
el padre
la madre atardecida
el niño abismado por el frutillar
y la otra mujer
serena como brisa en el lago verdoso

No habrá ciruelas dulces este año
y es posible que ya nunca

domingo, 19 de mayo de 2019

CCXXIX

Lustré la noche llorando
Y pasé por esa vida íntima
ajena y necesaria
porque sí
porque valía la pena

Ahora me pinté de esperas
me caí de una boca
que mentía letanías
y prometía llegadas
amores y secretos

Triste triste noche
todos los ojos se desvían
todas las caricias se pierden
noche triste
para dejarse querer
para querer algo

Hay que fumar
dormir hasta sangrar de tedio
abandonar esperanzas
y ver que nunca
nunca hay más que uno
cuando hace falta algo
o cuando algo falta

No hay nada para nadie
ni lugar para nada
en este mundo de paja

viernes, 17 de mayo de 2019

CCXXVIII

¿Qué te hizo el mar
que llegaste tan sola
a empezar a morirte
tan pronto,
a desvivir de a poco
sin pena siquiera
por el desamor de un beso
vacío y mustio?
¿Qué te hizo el tiempo
siempre descorrido,
siempre demasiado,
para exiliarte así
de toda caricia?
¿Tanto duele un nombre?
¿Tan difícil es irse
del silencio de otros
a una casa más tibia
aunque sea un rato
para no estar sola
con tu deseo infinito?
¿Y yo?
¿Dónde quepo?
¿Quién puede quererme
si mi patria es tu pena?
Debería perdonarte
quererte al menos;
Pero no me sale.
Tu viaje terminó conmigo
y la vida es irreversible.

miércoles, 15 de mayo de 2019

CCXXVII

Nunca tuvo otro cielo que sus párpados
ni luz más viva que su encendedor en el cuarto

Gozó de la espera
y sólo se durmió entre penas
imaginando entrañas y gritos

Una vez, sólo una
sonrió de veras con los ojos abiertos
y de vez en cuando tuvo frío
Pero nunca demasiado
como para reconocer su piel atormentada

La memoria le comió la boca
y calló cada espanto y cada risa
y murió en brazos de su tristeza rubia
su inquilino en la sangre
chiquito como ella

La recuerdo volcada en su idioma ajeno
sin poder decir el desamor eterno que sentía

Hoy pasó un gorrión por la ventana
a buscar mi despedida
pero ya no hay nada que se pueda hacer

Los años matan todo
la vida no es tan linda como se dice
y los muertos que esperen
al menos unos días