lunes, 13 de marzo de 2017

CVII

Murmullan los oficinistas y los pasajeros
y las mujeres despintadas por descuido
y los hombres blancos puros bellos y estúpidos
y el teléfono, cada tanto
cuando llama la chica del desamparo eterno
que murmulla también

Murmullan los bordes de las veredas de Corrientes
y las ventanas a medio cerrar que no cuidan nada
y los porteros que creen en los Reyes
y los esclavos de los supermercados
que cuidan la cervecita del amo que los acaricia

Y yo murmullo demasiado también
Pero estoy cansado
Alguien debería levantar un poco el volumen

¿Seré yo?

Ni siquiera haría falta gritar
Con decir algo bastaría para pintar el mundo
Una sílaba que tuviera sentido
Que tuviera un sentido
que la separara de la letanía murmurante

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