jueves, 22 de septiembre de 2016

CI

Debajo de las uñas
si las tuviera
encontrarían rastros de lágrimas
y restos de espera

No tuve tiempo de decirle a nadie
que estaba más triste que que ayer
y ayer estaba triste

Los amigos duermen
y los abrazos siempre tienen que esperar que amanezca
pero
a eso de las ocho
nadie quiere dar brisas
y la vida se seca de besos y luces
hasta más tarde
cuando ya no hacen falta caricias

Decime algo
dame un abrazo
dejame solo con la enredadera
acariciame un rato
si te dejo

Debajo de casa alguien escucha música
y en la vereda silba un árbol
y si camino un rato no hay nada
no se escucha nada

Debajo de las uñas
si las tuviera
encontrarían rastros de una sinfonía
que nadie escribió

Estoy haciéndome viejo
más blanco cada noche
más dedicado a esperar que llueva
para cubrir el patio con súplicas
y pesares

1 comentario:

  1. Cuando la palabra, te toca; moviliza tanto como un beso en la frente

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