jueves, 1 de septiembre de 2016

XCVIII

Ni querer ni ceder ni decir
Hay que salir de todo
Hay que dejar que se mueran las frutas
y que se seque el pasto y se enferme el manzano

No hay que dejarse tentar por olores
y sólo
solamente
hay que llegar a casa
y hacerse trizas en los hijos y en la compañera
morir allí como si no hubiera otra cosa
porque no hay otra cosa

Hoy hizo tanto frío
que una sobra de pena se secó en la calle
Pero estaba el abrazo esperando
y todo sobrevivió de amor

Hay que salir de todo
pero no de ella
ni de él

Esta noche va a florecer el damasco
y en diciembre seremos más dulces

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