Esta ciudad de hojas secas y colores turbios
estremecida de rabia y vencida
resucita en marzo y se arropa en la lluvia
y se quiebra llorando sobre hombros fatigados
Hoy te vi despeinar atardeceres con el pelo
eras más dulce ayer
pero en los dedos fríos de una despedida
me pareciste más linda
Nunca hicimos pactos
y sin embargo esta tarde creí que me debías un beso
El contraste otoñal de tu sonrisa
recortada del fondo de la noche
me regaló una fantasía torpe
No hubo mucho más
Bajé sólo en un ascensor oscuro
y caminé hasta que supe que había algo más que tu cintura
Parece que la vida es más sencilla
Me hace falta este otoño que empieza
En el fondo de todo hay restos inconfesables. Acá va sólo el reflejo tolerable de las ruinas. El conejito está detrás del fondo. Ni se molesten en buscarlo.
martes, 22 de marzo de 2016
LVIII
La tristeza se muere en tus ojos
y si fuera posible restarte del mapa del insomnio
quedarías vagando y sola
porque todo es desvelo cuando te vas de mí
No te quiero
ni te quise
Querer es más simple que vos
dormida en las hebras de un té de besos
bailarina suave y desmoldada del frío
Lo digo de una vez
y me hago irresponsable de mi propia risa
Estás más allá del dolor
y todo se cura en su risa enloquecida
Pero no te quiero
ni te quise ni voy a quererte
Me asusta tanto tu felicidad
que me escondo en el hueco que deja tu espalda
sólo para tenerte miedo
y pensar que hay algo más bello que yo
y si fuera posible restarte del mapa del insomnio
quedarías vagando y sola
porque todo es desvelo cuando te vas de mí
No te quiero
ni te quise
Querer es más simple que vos
dormida en las hebras de un té de besos
bailarina suave y desmoldada del frío
Lo digo de una vez
y me hago irresponsable de mi propia risa
Estás más allá del dolor
y todo se cura en su risa enloquecida
Pero no te quiero
ni te quise ni voy a quererte
Me asusta tanto tu felicidad
que me escondo en el hueco que deja tu espalda
sólo para tenerte miedo
y pensar que hay algo más bello que yo
viernes, 18 de marzo de 2016
LVII
Soy una brizna de luz entre las piernas del duende
Ella me mira indescifrable detrás del cristal de su vida
y la quiero tanto que me duele tocarle las mejillas
Por mi cueva seca y oscura
pasa de vez en cuando la luciérnaga torpe del mar
y por pura inercia la imagino triste
a ella
la mariposa de lentes que me silba
queriendo que un abrazo la rescate de algo
No es cierto que el tiempo cure
El tiempo
normalmente mata y desgarra
Me dejaría vencer por sus mentiras
y hasta sería feliz si decidiera engañarme
Ella no sabe nada de mí
y yo la cobijo entre mis penas
Es probable
que un día de estos le diga lo linda que es
y ella sonría
Ella me mira indescifrable detrás del cristal de su vida
y la quiero tanto que me duele tocarle las mejillas
Por mi cueva seca y oscura
pasa de vez en cuando la luciérnaga torpe del mar
y por pura inercia la imagino triste
a ella
la mariposa de lentes que me silba
queriendo que un abrazo la rescate de algo
No es cierto que el tiempo cure
El tiempo
normalmente mata y desgarra
Me dejaría vencer por sus mentiras
y hasta sería feliz si decidiera engañarme
Ella no sabe nada de mí
y yo la cobijo entre mis penas
Es probable
que un día de estos le diga lo linda que es
y ella sonría
martes, 15 de marzo de 2016
LVI
De las aves que vuelan me gustás vos
no porque sepas dónde queda el sur
ni porque tengas alas púrpura que reflejan la tarde
ni porque seguirte sea seguro
Creo que volar detrás de tu capricho
lleva al mareo estupefacto
y sé también que no hay nada en ese abismo al que vas
siempre enojada
siempre fastidiada de todo
Sobre todo de mí
Pero te juro
que aun cuando sé que seguirte es perderme
(y hasta morir de hastío esperando lo que nunca será)
el sólo hecho de volar detrás de tu cara desencajada
me deja pensar que hay algo más
que mi pena
Es sólo por ese trino apagado que se escucha de refilón
que séque sos el ave que hay que seguir
Sólo te recuerdo esa foto indefedible
que vimos una vez por una casualidad
Había un pájaro turquesa
que a pesar de su estupidez de pájaro arriaba espumas en "v"
y si al final estaba la muerte
o la intrépida fatiga sin sentido del tiempo
era irrelevante
Un ave
Una sola mueca de futuro devorando nubes
y detrás la marea desatada de abriles
Sos vos
rústica bofetada de vida en la monótona mansedumbre
llevándome lejos de una tarde repetida
De las aves que vuelan me gustás vos
aunque me queden las alas secas
aunque no lleguemos más allá de la promesa
aunque no haya nada al final
Vale la pena volar al lado tuyo
Por volar con vos
no porque sepas dónde queda el sur
ni porque tengas alas púrpura que reflejan la tarde
ni porque seguirte sea seguro
Creo que volar detrás de tu capricho
lleva al mareo estupefacto
y sé también que no hay nada en ese abismo al que vas
siempre enojada
siempre fastidiada de todo
Sobre todo de mí
Pero te juro
que aun cuando sé que seguirte es perderme
(y hasta morir de hastío esperando lo que nunca será)
el sólo hecho de volar detrás de tu cara desencajada
me deja pensar que hay algo más
que mi pena
Es sólo por ese trino apagado que se escucha de refilón
que séque sos el ave que hay que seguir
Sólo te recuerdo esa foto indefedible
que vimos una vez por una casualidad
Había un pájaro turquesa
que a pesar de su estupidez de pájaro arriaba espumas en "v"
y si al final estaba la muerte
o la intrépida fatiga sin sentido del tiempo
era irrelevante
Un ave
Una sola mueca de futuro devorando nubes
y detrás la marea desatada de abriles
Sos vos
rústica bofetada de vida en la monótona mansedumbre
llevándome lejos de una tarde repetida
De las aves que vuelan me gustás vos
aunque me queden las alas secas
aunque no lleguemos más allá de la promesa
aunque no haya nada al final
Vale la pena volar al lado tuyo
Por volar con vos
sábado, 5 de marzo de 2016
LV
Para quemar el resto de nubes que queda en mi risa
hace falta un viento turbio segado por duendes
Yo te di tantos años de piel que ni siquiera recuerdo cómo se sentía
volcarse en la noche de la mano
o rodar por el puerto buscando silencios
Tantos años
que ya hay más penas en tu ombligo que sueños en mi boca
Si supiera por qué estoy tan triste
te dejaría vagar por el patio de mis manos
Pero apenas puedo reconocer mi olor cuando me despierto
Ya no sé cuánto te quise
ni si quiero todavía que me cuentes los días
Y a pesar de mí
si tu enojo de sombras se quita de los hombros
me quedo más vacío todavía
No me pidas nada hoy
por favor
La única ceniza que comprendo está regándose en la noche
y sólo busco un átomo de vida
que se parezca a lo que fui en tu boca
hace falta un viento turbio segado por duendes
Yo te di tantos años de piel que ni siquiera recuerdo cómo se sentía
volcarse en la noche de la mano
o rodar por el puerto buscando silencios
Tantos años
que ya hay más penas en tu ombligo que sueños en mi boca
Si supiera por qué estoy tan triste
te dejaría vagar por el patio de mis manos
Pero apenas puedo reconocer mi olor cuando me despierto
Ya no sé cuánto te quise
ni si quiero todavía que me cuentes los días
Y a pesar de mí
si tu enojo de sombras se quita de los hombros
me quedo más vacío todavía
No me pidas nada hoy
por favor
La única ceniza que comprendo está regándose en la noche
y sólo busco un átomo de vida
que se parezca a lo que fui en tu boca
miércoles, 2 de marzo de 2016
LIV
Vivo la sangría de la revolución en un cuarto pequeño
y todo lo que importa pasa tan lejos de mí
que si tuviera que correr a salvarme no llegaría vivo
A veces
en la puerta que filtra los años
destellan sombras de un tiempo turbio
tan lejano que la memoria lo ha perdido
Pero me escribe a veces una niña temblorosa de nubes
y otras
se me estrellan en el pecho los recuerdos de una risa insólita
llena del amor que no tengo
y vacía de mí por cobardía
Mi pequeño habitáculo se tiñe de besos
siempre femeninos
que le dan a los duendes una excusa para la danza
Y sé que la piel vale destierros
y la mera fantasìa de oler un hombro
o llorar la tersa mansedumbre de un muslo
paga el infortunio que me agobia
y todo lo que importa pasa tan lejos de mí
que si tuviera que correr a salvarme no llegaría vivo
A veces
en la puerta que filtra los años
destellan sombras de un tiempo turbio
tan lejano que la memoria lo ha perdido
Pero me escribe a veces una niña temblorosa de nubes
y otras
se me estrellan en el pecho los recuerdos de una risa insólita
llena del amor que no tengo
y vacía de mí por cobardía
Mi pequeño habitáculo se tiñe de besos
siempre femeninos
que le dan a los duendes una excusa para la danza
Y sé que la piel vale destierros
y la mera fantasìa de oler un hombro
o llorar la tersa mansedumbre de un muslo
paga el infortunio que me agobia
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