martes, 15 de marzo de 2016

LVI

De las aves que vuelan me gustás vos
no porque sepas dónde queda el sur
ni porque tengas alas púrpura que reflejan la tarde
ni porque seguirte sea seguro

Creo que volar detrás de tu capricho
lleva al mareo estupefacto
y sé también que no hay nada en ese abismo al que vas
siempre enojada
siempre fastidiada de todo
Sobre todo de mí

Pero te juro
que aun cuando sé que seguirte es perderme
(y hasta morir de hastío esperando lo que nunca será)
el sólo hecho de volar detrás de tu cara  desencajada
me deja pensar que hay algo más
que mi pena

Es sólo por ese trino apagado que se escucha de refilón
que séque sos el ave que hay que seguir

Sólo te recuerdo esa foto indefedible
que vimos una vez por una casualidad
Había un pájaro turquesa
que a pesar de su estupidez de pájaro arriaba espumas en "v"
y si al final estaba la muerte
o la intrépida fatiga sin sentido del tiempo
era irrelevante

Un ave
Una sola mueca de futuro devorando nubes
y detrás la marea desatada de abriles

Sos vos
rústica bofetada de vida en la monótona mansedumbre
llevándome lejos de una tarde repetida

De las aves que vuelan me gustás vos
aunque me queden las alas secas
aunque no lleguemos más allá de la promesa
aunque no haya nada al final

Vale la pena volar al lado tuyo
Por volar con vos

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