Esta ciudad de hojas secas y colores turbios
estremecida de rabia y vencida
resucita en marzo y se arropa en la lluvia
y se quiebra llorando sobre hombros fatigados
Hoy te vi despeinar atardeceres con el pelo
eras más dulce ayer
pero en los dedos fríos de una despedida
me pareciste más linda
Nunca hicimos pactos
y sin embargo esta tarde creí que me debías un beso
El contraste otoñal de tu sonrisa
recortada del fondo de la noche
me regaló una fantasía torpe
No hubo mucho más
Bajé sólo en un ascensor oscuro
y caminé hasta que supe que había algo más que tu cintura
Parece que la vida es más sencilla
Me hace falta este otoño que empieza
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