jueves, 21 de julio de 2016

LXXXIII

Algo más grande que todo se exhala de esta soledad irredenta
sale de mí pero no hay mí
y es extraño ser huésped de uno mismo

Hoy salí de casa y había tanta luz que lastimaba
Caminé por Camargo hasta los árboles
siempre gris como soy
inmerecido duende del otoño
y fui culpable de todo otra vez
Solo
Suicida imperdonable
Padre de estrellas permanentes

Soy frágil
y me duermo esperando que lo bello esté ahí

Pero no pasa
no hay nada para celebrar
Excepto ese olor difuminado en el pasillo
que no me alcanza

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