viernes, 22 de julio de 2016

LXXXIV

Yo sé que vive en algún lado de mi tristeza una espiga inflamada
Pasa que en el llanto contenido de cada día
y en la furia lastimera y pálida de la muerte inexorable
se apaga cualquier brizna de audacia
y el deseo se muere de viejo

Yo sé que si tuviera el valor necesario
encontraría en el cofre de lo que fui un motivo para temblar
Pero lo que fui es oscuro y lejano
y lo que soy es lejano y oscuro

Yo sé que tengo que quererme despojado de este mareo que me hago
pero soy débil y tonto y estoy solo
solo conmigo y con mi fantasía de ángel abandonado

Yo sé que todo lo que necesito es esculpir el amor en una nube
y dejarme caer en el insomnio y tolerar el terror del abrazo
Pero soy pequeño como un árbol
y amargo como el vino al mediodía

Y lo que sé
no me sirve demasiado

No me sirve para nada

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