domingo, 24 de enero de 2016

XLVI

A la sombra de un trino vi atardecer tu pena
Sé que hay pájaros mansos en el sur del mundo
y me quité una vez
sólo una vez
tu risa de los hombros

Esta noche está muda
pero el nervio electrizado de tu espalda se quedó quieto
en el momento menos tibio

Ojos de hierba
Manos rendidas en la esquina fantasmal
Ojos de menta

Te quise tanto que hasta reirme era verte
y sin embargo fue imposible que me dieras algo
de tu futuro flaco y anónimo

Hice una pirueta extraña debajo de una madreselva
(no estabas ahí, pero sé que me espiabas)
Bajé de un salto a reconocer el verano
y ya te habías esfumado de la planta de mis pies

Sé que estás más triste que yo
pero no puedo despedirme sin un beso

No es difícil abandonarte
Sólo estoy esperando que las hojas se muevan
y algo me diga que tiene sentido vivir lejos de tu pelo

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