sábado, 12 de diciembre de 2015

III

Ya ni me duelen tus ojos
ni me asfixia tu abrazo
ni me alivian tus dedos

Soy más tibio
más noble y más suave que hace horas
estoy más seco y despojado
y a la noche me visitan menos ángeles

Tengo el mismo calor que ayer
pero me saco los ojos cuando estás cerca
y hago el truco de pensar sin nombres
y regarme la pena con el sudor sobrante

desde que dejaste de nombrarme
la vida se hizo pasto nuevo
y debajo de los pies se sienten las gotas del rocío

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