Dejo caer los párpados sobre un fulgor mentido
No es cierto lo que veo
Y es mejor dejar quieto lo que parece borrarse durmiendo
Detrás de la puerta siempre se escucha el murmullo dócil de alguien
Hagamos silencio
Cerremos los ojos
Vayamos a perder un rato resoplando recuerdos
En cada latido del corazón se esconde un pájaro
Y de cada yema salta una tempestad inconfesable
Mañana sale la piel a rebrotar sus olvidos
Pero ahora
Ahora que ni siquiera son las dos
Está prohibido salir a fundar algo
Porque de noche los bordes de mi pena se extienden
Y no es recomendable dibujar el plano de la vida a ciertas escalas
Lo digo para contratar una tregua:
Valen menos los años últimamente
Pero estoy empezando a parecerme a mis muertos
Y los años de los muertos cuentan eternidades
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