Ya no me pidas nada
subir bajar volver rodar
desensillar de la rama de tu risa
o trepar a la cima de tu espera
Nada de nada
porque hace tiempo ya
todo movimiento se ha vuelto prescindible
y cada centímetro de cielo está partido y solo
Yo tuve alguna vez sueños portentosos
una pelota
un abrazo de madre que contara
un regalo
Hoy ya sé que no vale demasiado querer tanto
y menos esperar poco
Por eso
si vas a dejar que adivine lo que falta
ni sueñes que sea parecido a mí
porque estoy en otro lado
y sólo a veces me reconozco
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