sábado, 12 de diciembre de 2015

XVIII

Hoy bajé la calle desde el calor de un pájaro que se restaba del cielo
Era demasiado temprano para escribir mi desengaño
Y tenía que llegar a ver tu nombre en la cima de la tarde
Pero no pude siquiera empezar a nombrarte
Era muy difícil esconder los besos que llevaba y me los robó la luz en una esquina

Ya no sé si persistir en esta felicidad ingrata
Ser feliz así es más doloroso que querer

No sé si llegaste a ver que la espalda me cambia de color cuando te acuno
Y que cada vez que salgo de esta cueva me arden los labios
Pues bien
Esa espuma que cubre las huellas que dejo en el camino
Ya no es suficiente para tapar las lágrimas

Mirame al menos una vez con piedad
Llorar tanto deja marcas en los pómulos
Y ya no sé cómo hacer para disfrazarme de río

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