Estás cosida al color negro de
la noche con un hilo de besos
Qué hilandero te tejió en mis
manos esa piel exacta
Quién bordó detrás de los
suspiros una cuna de caricias ganadas a la ausencia
Y les quitó el cerrojo a las
ventanas que dejaban escapar estrellas
Desde el pubis íntimo de mi
noche hacia el tuyo más cálido que el silencio
Espero una señal que me corrija
Que me guarde de ver caer la
tarde sin pensar que tus labios posibles son reales
Y sólo sé que te cabe mi boca
como le caben suspiros al aire de un cuarto
Al diciembre cruzado por el
cuerpo del hombre que mira en la penumbra
Y sólo ve siluetas dibujadas en
el techo
Con forma de mujer desnuda que
escapa hacia una órbita distinta
Distinta y definitiva como la
lluvia que castiga la persiana
El mundo está pintado con tus
ojos
Cocido en el calor de tu vientre
Dormido sobre tu pelo que cobija
asteroides y pájaros
Y yo estoy sellado en un rincón
de la penumbra
Terminé de caer hace minutos
Y sólo espero una sombra para
colarme en el aroma de tu cigarrillo
Y rociarte de dedos la sangre o
el ombligo
Lo que más te convenga.
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