viernes, 27 de septiembre de 2019

CDLXXXII

Empalaga la mañana el recuerdo
de lo que fue mejor, de lo perdido,
el dolor carroñero hace su nido,
y proyecta en la sangre lo que pierdo

¿Cuánto habra que sufrir su lejanía?
¿Cuántas heridas deja lo vivido?
¿Donde descansa el alma su sentido
que significa sólo una porfía?

El adiós es la muerte abigarrada
o una forma imposible del espanto,
del amor siempre queda nada, ¡nada!

Y es tan cruel el vivir sin un abrazo
que la sola certeza del quebranto
hiere el pecho con flecha envenenada

No hay comentarios:

Publicar un comentario