sábado, 28 de septiembre de 2019

CDLXXXV

Deberíamos dibujar a Dios con la lengua
en algún vidrio exhausto de glicinas y arrayanes
descoser el color absurdo de la creación
reemplazando con saliva fresca el tumor del color
para ver qué nos queda de humanidad
para oler el beso de antemano, aunque nunca ocurra

Dejo el mar
dejo el río en su delirio amarronado
lo que pinta un ojo lo despinta la tarde
por eso
amor
no hay que mirar
si el beso está perdido
lloremos

Esta noche vamos a desamarnos tanto como podamos
vas a agradecerme las obviedades

Quisiera
recordar esa vez del tapado rojo
sola estabas como un cactus
herida a contraluz
y lo lloré demasiado
tanto que brotaron los hijos de tu vientre imbatible
por eso
amor
mejor dejar el tiempo en otras manos
lloremos
y veamos qué mundo existe detrás de una lágrima

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