miércoles, 27 de noviembre de 2019

DCIII

El grumo de las palabras se dispersa como archipiélago
y en un carozo de níspero cabe el idioma entero
no hay nada más suave que esa humedad sin pausa
no color más abrupto que conmueva la lágrima

Era fue pasó murió
pero hasta del cuerpo más pútrido
surge el nogal enorme
que alimenta el goce silencioso
en un ritual exacto
que se come el corazón del mundo

Hay acaso dos penas que no tienen remedio
nace la muerte cuando nace el hijo
y muere toda estrella cuando el hijo muere
pero ser hijo muerto y vagar por la avenida
se arregla con un llanto más feroz que una guerra
en un baño que pronto será puñal

¿Cuánto hay que sufrir
para convencerse del sol?
¿Cuánto se llora
antes de la primera sonrisa?

Hoy no se perfuman los jazmines
y está prohibido amar porque el amor mata
veo los tentáculos de la muerte ahí
lanzando asteroides como luces de artificio
y sé que es mentira
pero cuánto lastima ser alguien

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