Lo
trae la granizada pronta
que
se huele en el lomo del caballo
y
en la espina del grateu
y
se oye en el silbo del pájaro negro
y
se ve en la vacada amontonada
Desde
abajo es fácil ser valiente
o
jugar al arriero despreciado
con
el mate en la mano
y
la lluvia prometida en el cuello
Arriba
la yarará se mata
y
abajo se busca como trofeo
y
el arriero sabe que no hay monte
y
que el pino no es bueno
y
que la tranquera corta el mundo
como
tajo mortal e imperdonable
Se
agita la zarza
revolotea
el dolor del padre capturado
llueve
enseguida y sin cura
mañana
habrá
que remontar la piel curtida
con
el yugo en los hombros
y la palabra clandestina
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