¿Viste alguna vez
brotar de la piedra el espejismo
del sueño infantil
hecho abrevadero del mediodía?
Hubo un tiempo
glacial perdonable
una edad insuficiente para el odio
que besaba asperezas
y se rompía en la mano tosca
y el amor era
En la ciudad hay otros perfumes
la piel no es ruda
y el pájaro canta en otra lengua
hay eso sí la soledad
demasiada gente
para estar acompañado
duele el sol
raspa la luz
Y yo me voy
de mi sur sin pliegues
de mi ciudad sin barba
de mi amor sin amor
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