viernes, 22 de noviembre de 2019

DLXXXVIII

Llega de nuevo la paloma a la verja
será recta la noche hacia la estrella dormida
y ella sabe
que posarse en la albahaca retrasa la muerte
mientras yo me cuide de quererla demasiado
mientras yo no mueva más que la sangre
y las manos un poco

¿Viste alguna vez el capullo de la mariposa
seco en el matorral prohibido del baldío
donde muere el pájaro verosímil
bajo lluvias de risas miserables y pequeñas?

Llega la paloma a la verja a verme confeso
traído de la infancia amarga
como un depositario de los dolores del mundo
que caben aquí
en la punta de la lengua que acaricia la vagina del viento
como si una mujer fuera el color único
que pinta las noches futuras

Sólo quiero una espalda para oler la vida
o la piel de gallina de las piernas del diablo
rendidas a los dedos
y al aliento cálido en los hombros dulces como dátiles

Y la paloma llega para perdonarme
sólo debo llorar lo suficiente como para ser más bello
sucio y pringoso por tu saliva de abeja
y abrazar a alguien
y querer a alguien
y perdonarme

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