La
niña más niña
ojos
esquivos
pelo
arrebatado
de
negro caramelo
baila
en el almíbar
de
su risa inmensa
Dulce
como guinda
madura
de enero
llora
en el patio
de
su niñez sorda
niña
sin ensueño
amor
inevitable
boca
de avellana
En
la fragua
de
su mejilla lábil
se
cuece el mundo
se
pierde la pena
¿Quién
puede quererla
lloverle
en caricias
sin
estar perdido
en
la noche laica?
Niña
demasiado
niña
demasiado
ligera
para
no soñarla
como
piel perdida.
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