Hay gente, la mayoría, como yo,
gente,
abolida por el paisaje,
indistinta en la multitud
acabada por la rutina de la muchedumbre
que va
o que está siendo
un trazo más del lienzo mundano
Hay, también,
gente diferente,
que rubrica su huella como un color
desarraigada de la indiferencia
aromatizada a mano por Dios;
gente grácil y huérfana
hermanada al mundo por el brillo
de su estar cosmético
como adornos del día
vozarrones de sol
plásticos atardeceres que surcan la vida
y anaranjan el ojo
Pero hay también
seres inexplicables
ni iguales ni distintos
gente que no es diferente sino la diferencia misma
la marca de que el mundo está incompleto
puertas al desatino
locuras rampantes
sin descripción ni sentido
como Ideas de lo imposible
frente a la cara derrotada
de quienes parimos semejanzas
Ella es así
el mundo le es poco
o ella le es mucho
¿A qué persona se dirigen tan preciosos adjetivos?
ResponderEliminarEs secreto. Debe serlo, además.
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