Hay tu piel de la verja al horizonte
piel de pétalo henchido y perfumado
hay tu boca perdida en el costado
deletreando los cantos del sinsonte
Está el río impregnado de tus ojos
de tus dedos frugales y precisos
tal vez quiera morir como Narciso
mas buscando tu boca en un sonrojo
Si pudiera ser trino en tu ventana
o pecado mortal en tu cintura
si pudiera robarte una mañana
para ahogarte de besos escondidos
no habría forma de herir la desmesura
ni de asirme al hastío ya sabido
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