Baja la cañada
lo empuja la agua que se huele
no apura el tranco ni mira el cielo
la lluvia se sabe no se ve
Pasa el pinar el pozo del toro
destrata un ligustro con el talero
y mira el casco desde arriba
En la serranía el viento habla
y el calor fractura los atardeceres
Debajo
los estafadores pagarán con cuentos
la vida enraizada en el lomo del monte
y la muerte espera
con el hastío insoportable de enero
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