martes, 15 de octubre de 2019

DXVIII

Dígale al viento que la luz no es cierta
que se está desnudo en la indigencia del alma
dura escarcha del corazón que anhela
desear oscuridades plácidas
más que luminarias de palmas que terminan

Vaya a sacarse las pelusas del ombligo
como hace la chicharra las tardes cálidas
invisible cortejo de estridencias
gruta impoluta de los cabellos negros
en los que hierve la piel desarropada

Y ame la fragancia sutil del verbo
porque la palabra está cobijando el mundo
llega la noche y el festival del beso
llega la noche laica pagana y sucia
a buscar su regalo de amapola en celo

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