sábado, 19 de octubre de 2019

DXXVI

Corré, amor,
llorá.
Lluvia de octubre
dame un nombre,
dame el día
para quererla.
Hay,
sólo hay;
y detrás nada,
dulce,
irreprochable,
buena como el trébol.
Dame, noche, su boca,
no quiero besos
sino una risa
ligera,
consoladora.
No,
no hay;
y detrás nada
vientres
encintos de pánico.
Yo,
el mudo,
abrí la boca.
Hay boca,
hay palabra,
algo, amor,
aunque no entiendas
que sos vos.
Adiós.
La vida ruge
en soledad.

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