viernes, 27 de diciembre de 2019

DCLXIV

Era el mar era el agua
yo vaciaba de gritos la arena herida
de noche
en el vapor insensible del alcohol que curaba
que borraba la huella de toda lejanía
todo
quedaba cerca de la mano
desde el tulipán ignoto de una boca
hasta el cielo infame del día en que fui

Era el agua era una nube
yo volvía arqueando el tiempo con lágrimas
a la casa sobrante
en la que era residuo
basura de desperdicios lo que no se toma
como nadie quiere el sismo
o el fuego que reverbera
yo
era triste porque así estaba dicho
y era el agua el mar era la luna
lejos de un ombligo
que abrigara mi oreja de terciopelo

Querer sin presentir
siempre fue así
yo
presentí primero porque quería todo
y ahora
sólo espero que la muerte no duela
y que el mundo florezca más bello
cuando yo me duerma

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