No
es tarde, dice
pero
es mentira.
La
vida no tiene hemisferios,
la
pena es camino
y
la alegría horizonte
inmóvil,
siempre en el mismo sitio,
donde
no llega nada,
ni
la canela,
ni
tu espalda,
ni
el beso lunar
que
nunca vas a darme.
Sí,
es
tarde.
No
habrá más cerezas,
ni
saltará la langosta.
ni
el cuerpo va a ser mío,
ni
bello, ni cuerpo,
no
cabrán caricias
en
la piel percudida,
ni
seré misterio en el agua,
ni
van a quererme
los
pájaros triviales
que
buscan abrigo,
ni
tendré una madre
o
un padre,
ni
seré feliz.
Puede
no ser tarde
para
pelear batallas,
o
ser uno más
que
es lo que vale,
para
ser compañero
en
la lucha inclaudicable
contra
el saurio del odio
hecho
de miseria.
Pero
para mí,
es
tarde.
La
vida no tiene hemisferios
y
el camino termina
en
poco tiempo.
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