lunes, 16 de diciembre de 2019

DCXLIV

Cuando me despierto
estás vos
reclinada en la ladera de alba
o fecundando el olor de la ciruela
no acá
es lo de menos
con el cuerpo narrado en tinta
y las piernas recogidas
abrigando la tibieza postergada
de la noche amarga
para que no me duela

Estás en el motor ferviente
y en la voz de niño que ríe
abajo
donde el jazmín austa
y el árbol parpadea
en la pared pintada de musgo
y en la rueda de esa bicicleta
que lleva el pan caliente
a su muerte fiel

Estás
cuando me despierto
y sé que el día va a doler
mucho o un poco
rebotando entre palomas
para ver la reja de mi ventana
de cerca
o lloviéndote de éxtasis
en un sol que tarda
para darme un rato
un ratito
de ojos entrenados en el sur
para ver espinas
que ya sacaste
recién
para cuidarme de todo

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