domingo, 9 de junio de 2019

CCXLIV

Te presto mi pena
sólo para que te rías de mí
o para que juegues al beso
con la imagen de un santo
malvenido a duende
invisible a los necios
que esperan desengaños
para olvidar un rato que hay amores
que no se dicen
que duran vidas
y no se extinguen ni por el silencio

Te presto un beso
para que lo llores
para que tu pena no te pertenezca
porque rezarle a la tristeza
está prohibido para un pájaro
que no puede migrar solo
ni cantar sin horizonte

Te presto la vida
un rato
dejame un poco para mañana
no es tan exhuberante como tus ojos
pero le cabés varias veces
no vayas a sacarle espinas
que eso no se hace sola
como no se llora a escondidas
a menos que te quiera la noche

Pero no es el caso
La luz te recorre casi siempre
abrí los ojos
y bailá un recuerdo
como si volviera atrás el tiempo

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