miércoles, 12 de junio de 2019

CCXLVII

No hay temor más amargo
ni pesar más tortuoso
que el haber nacido
y sobrarle al día que amenaza

Ser y verse siendo
y saber
que nada es suficiente
que la muerte se escapa
y deja palabras
huellas descifrables
de que al fin no vale nada
lo que se guarda para después

Crecí desmontado
mi patria era un dialecto fatigado
pronunciado deprisa
para no herirme tanto

Pero al morir
los que hablaban se olvidaron
y el amor se tradujo a los tumbos
resintiendo la fortuna
esperando abrazos
cultivando secretos
en un idioma espeso
que no supo de otros

No perdono la muerte
pero la comprendo
la ausencia es lo de menos
lo que hiere es haber querido
y la culpa es inclemente

Nací en partes
y me muero de a gotas
un poquito ayer
otro tanto mañana
pero nunca hoy
que es cuando hace falta

¿Y ella me sabe?
¿Me quiere, me sueña?
Mañana sabremos
si acaso no hay presente en todo el día


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