domingo, 14 de julio de 2019

CCCXIV

El ritual del hastío se quiebra
con la libélula efímera de julio
dos o tres días de estruendo
y se apaga de pronto
y el techo se rae de incienso
a la espera de la estrellita de las doce

Con cinco letras
se raja un pecho
y la garganta se alza a los ojos
y se hace sal

Hay que abrazar el aire
darle un tiempo al silencio
a veces
mi lagartija vuelve y hace trizas
la paz mórbida del recuerdo

Pero en secreto
olvidando la injuria del vacío
siempre rondan el mantel perenne
esa mirada insana
y esos labios irrepetibles

Duerman
la maga y el río
no son de nadie
y el sueño miente
y acaricia

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