Irrigada
de ausencias
la ciudad
desangelada sobra en la niebla
una niña
como un sismo cruza la calle sola
y detrás
se hace llanto una mujer ocre
amputada
al retumbo lastimero del alba
Mientras
dobla la esquina un auto sin cielo
el joven
de la bicicleta carga su colchón sin culpa
y detrás
del árbol olvidado por Dios
se cocina
en cerveza la mañana
y se
obstina en morir la dueña de la noche
teñida de
leche materna y agria
Al barrio
le crecen borlas de lana en los faroles
desde
arriba parecen palomas
y cada pie
que pasa recoge la vereda
se lleva
una tristeza y deja otra más honda
para que
ser del mundo sea trágico siempre
Ahora
cuando salga voy a limpiar la puerta
y la casa
sola será nido de desamores
acá nadie
quiere a nadie
y yo no
quiero nada que tenga significado
prefiero
morir de pena que vivir en secreto
Porque
hablar no es posible
y vivir es
demasiado complicado
No hay comentarios:
Publicar un comentario