Cabe en un grano de arena
lacia peregrina al sur
que raja el monte abierto
de volar en silencio
sobre la hierba escarchada
Pequeña como un día
minúsculo peñón de avellana
al que no sube el tiempo
para que crezca el arrayán durmiente
que robó un verano
de las manos sucias
de tierra y pedregullo
Diminuto ensueño grave
sopor de agua tibia
sueño de ave en tierra
luz acompañada y necia
iluminando la epidermis del mundo
con gotas anaranjados
destiladas del verbo
Libélula ínfima
martirio y consuelo
amada y sedienta
de mañanas nuevas
Que te quiera el alba
y te abracen estrellas
que yo no valgo apenas
la miel de una pestaña
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