viernes, 2 de agosto de 2019

CCCLX

De las aves que vuelan me gusta ella
sutileza en el aire que erosiona los párpados
incienso que perfuma el corazón de todo lo que anda
ya encordada en el laúd de Dios
para ponerle música al regreso inevitable
Por buscar una palabra pedí la noche
caminé sobre el agua como un Cristo sin testigos
sufrí la brasa distante y acordoné la pampa
y debajo de un ceibo estaba precaviéndose
del hollín de mis penas remisas al vuelo

No hay comentarios:

Publicar un comentario