Llueven
rastros de enebro en la ventana
y
un aroma a canela lava el sueño
hiere
el aire un suspiro tan pequeño
que
su sólo recuerdo me desgrana
Mujer
breve escondida de mi beso
fantasmal
sangre hirviente y pasajera
¿Cómo
herirte de dulce primavera?
¿Cómo
hacer de tus labios mi cerezo?
Ya
soy bruma de hombre, ya estoy viejo
y
ella bulle de luz enloquecida
reluciente
memoria del rocío
La
cordura se esconde en los espejos
implacables
guardianes de la vida
jueces crudos de anhelos y atavíos
jueces crudos de anhelos y atavíos
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