Sufre en la calle la mujer herida
víctima errática de la palabra
espera triste que el amor se abra
o que la abriguen las manos queridas
Él sólo gime su quietud infame
como si a ella se sobrara el mundo
vaga en la casa como un moribundo
mientras la niña bien sola se lame
¿Cuánto ha de amarlo frente a tal vileza?
¿Quién cuida su alma también lacerada?
¿Cómo ser trino en una piel helada
sin amputarse de sí la belleza?
Ella se duerme siempre de costado
para que la zurza sin más su amado
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