miércoles, 28 de agosto de 2019

CDXXIII

Sé que el tiempo y el duelo se han perdido
sé que es frágil el cuerpo en mansedumbre
sé que es árida y trágica la cumbre
a la que llega el hombre que ha querido

Pero no se abandona ni decide
que el deseo se esfume, ni es posible
despojarse del sueño inmarcesible
cuando es la propia sangre quien lo pide

Conocí los amores más piadosos
y los odios más crueles y tenaces
descubrí que las manos más feraces

También tejen olvidos dolorosos
si supiera ella el sol que me ha robado
se le haría vergüenza el desenfado

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