Si
la cruda oquedad de la vigilia
fuera
al menos presagio de un suspiro
no
sería tan vano lo que miro
ni
me haría la muerte su familia
Pero
el mero vivir es trance amargo
sólo
el sueño repara la tristeza
tiene
el alma fatal naturaleza
y
es el camino demasiado largo
En
lo poco que resta de cordura
se
ha enquistado la pena como espina
ya
no tiene la vida esa hermosura
y
soy sólo una burla clandestina
para
quien en verdad no me ha querido
más
que como un juguete colorido
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