Es
injuria en el beso la rutina
no
hay espaldas ni pieles repetidas
el
amor traza surcos en la vida
y
dibuja en el cuerpo serpentinas
Siempre
es otra la mano en la cintura
cuando
hendida en la piel la mano quema
es
el beso una gracia que blasfema
por
su mero fungir de quemadura
Si
la palabra fuera suficiente
para
narrar la historia de un abrazo
no
podría hacer duelo con un trazo
El
calor del aliento impenitente
porque
es vano el besar sin reverencia
e incurable la herida de su ausencia
e incurable la herida de su ausencia
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